Diógenes de Sínope «el perro»
Transcrito de "Biblioteca de clásicos para uso de modernos" por Luis Antonio de Villena (2008)Diógenes (hacia 400 - 325 a.C.) llegó joven a Atenas en busca de la filosofía y se encontró y sintió atraído por las enseñanzas de Antístenes, que había sido discípulo de Sócrates, pero que nada tenía que ver con Platón o Aristóteles los seguidores oficiales del maestro... Diógenes fue un personaje tan singular y encarnó en tal manera el modo -directo y vital- de entender esa filosofía práctica que predicaba Antístenes que lo apodaron «kúov»
(el perro), de donde tomó su nombre la «escuela cínica» ...
El objetivo de esta filosofía, nada especulativa sino al contrario eminentemente práctica, y tendente a conseguir la felicidad y tranquilidad del individuo, se operaba considerando que uno debe prescindir al máximo de las necesidades externas (no codiciar ni poseer riquezas) y siendo virtuoso, es decir, sin hacer daño y guiándose por un razonable libre albedrío. Para ello debía el filósofo someterse a una autodisciplina física y mental y además perder el miedo al ridículo, es decir, al qué dirán de los otros ... Coincidente, en parte, con los estoicos y en parte con los llamados gymnosofistas orientales (como los yoghis hindúes, que andan por los caminos casi desnudos, ajenos a todo y sin apenas necesidades), ese camino fue el seguido de manera más radical por Diógenes, y menos por Antístenes o Crates, los otros dos filósofos de la escuela, aunque de ninguno de los tres nos ha llegado prácticamente obra escrita, si bien sabemos que a Antístenes le interesaban la literatura y la dialéctica. Por el contrario, las biografías de Diógenes de Sínope (y en especial la que le dedicara Diógenes Laercio en sus Vidas y opiniones de los filósofos ilustres, obra del siglo III de nuestra era) son un hervidero, a menudo hilarante, de dichos, acciones y ocurrencias ....