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Fernando Mayorga

A pie, recorriendo los límites del tiempo...

Manteña

En Guayaquil, desde mi escritorio.

El primer pueblo aborigen que tuvo contacto con los europeos en el Antiguo Ecuador está identificado como “Manteño Huancavilca”, y aunque existe información del tiempo del encuentro sobre sus costumbres e historia en las crónicas de Indias y otros documentos, recién a inicios del siglo XX se empieza a valorar su cultura. Fue Marshall Saville el primer antropólogo en describir y estudiar la cultura material de este pueblo ancestral, además publicó para la posteridad su conocida obra “Las antigüedades de Manabí, Ecuador” (1907); en ella pone en relieve la marca distintiva de la producción material de la cultura manteña:

«La característica más notable de la arqueología de Manabí es el gran número de asientos de piedra o sillas que han sido encontrados en las cimas de los cerros, no muy distantes del mar. Estos son únicos, encontrándose solamente en los cerros en un área pequeña de cerca de viente millas de diámetro. No hay objetos de características parecidas que se conozcan en alguna otra parte de Norte o Sur América. No han sido mencionados por ninguno de los primeros cronistas o exploradores, lo que parece indicar que no fueron vistos por Pizarro y sus acompañantes cuando pasaron por esta provincia, esto posiblemente se deba a que los pueblos de los cerros estaban en ruinas y cubiertos por monte alto, ya en ese tiempo».

Cuando estamos frente a un objeto antiguo parece que no podemos evitar preguntas sobre su utilidad o significado, y a veces queremos encontrar alguna explicación de carácter místico en él; puede ser que así sea, pero a veces la respuesta más obvia es la correcta. Las sillas en “U” no son la excepción, como diría Olaf Holm (1982): “Parece que nadie quiere ver en ellas simplemente sillas, sino altares, mesas de desfloración de vírgenes …” y es entonces que hoy se acepta que a más de su función utilitaria tenían una función ideológica, eran símbolos de poder: El lugar para el chamán o el “Señor” durante los actos ceremoniales; en tal contexto explica E. Salazar (2008):

«El elemento clave de la jerarquía es la conocida silla manteña de piedra, tan peculiar por su forma en U, sobre figuras humanas o de puma (entre otras) agachadas, en posición de sumisión (se estima que las sillas con figuras humanas eran las de los señores, y las de figuras de felino, de los sacerdotes).»

El extraño mira con otros ojos, el local está tan acostumbrado a lo propio que ya no lo ve, y así es como el inventario de estas sillas en “U” es mayor fuera del país.

Fernando

Publicado por Fernando el 07 Jan 2015
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